Botox y cirugía de párpados

Los ojos son la ventana de nuestra alma, transmiten sentimientos, emociones y estados de ánimo.

El paso del tiempo y envejecimiento de nuestra piel produce en muchos casos, efectos indeseados en nuestra mirada, como arrugas, patas de gallo, párpados caídos, bolsas y ojeras.

A través de diferentes técnicas de botox y cirugía, hoy es posible recuperar una mirada natural, fresca y radiante de manera simple.

La infiltración de toxínica botulínica es muy útil para disminuir notablemente las arrugas al rededor de los ojos, entre cejas y de la frente. La toxina botulínica una vez inyectada, impide que el músculo se contraiga, es decir que lo paraliza. De esta forma no se forman las arrugas. Su efecto es temporal y dura de cuatro a seis meses, dependiendo de cada paciente.

No todas las arrugas de la cara son tratables con el botox: la toxina botulínica tiene efecto solamente sobre las arrugas dinámicas o arrugas de expresión, que son las que se forman a raíz de realizar distintos gestos con los músculos faciales. Estas arrugas suelen formarse en el tercio superior de nuestro rostro (en el entrecejo, la frente y alrededor de los ojos)

Las arrugas producidas por el envejecimiento o por el sol, no pueden ser tratadas con toxina botulpinica y requieren una pequeñas cirugía estética par rejuvenecer la mirada.

Consulta con tu oftalmólogo acerca de estos procedimientos.

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